Mi amigo Nicolás del Caño se convirtió hoy en Diputado Nacional. Es un gran orgullo. No tenemos ese orgullo tonto de los aparatos que hacen de la conquista de una banca un fin en sí mismo.
Esta noche, luchando, se conquistó un puesto de lucha. Un puesto de lucha como que el Nico tuvo todos estos años, desde "el llano". Precisamente por eso tengo un enorme orgullo. No hay un gramo de arribismo en todo esto. Las batallas que libramos juntos hace más de 17 años son el verdadero motivo de orgullo.
Hoy dimos una pequeña gran batalla contra el aparato del PJ mendocino. Y ganamos. Ganamos a base de un gran esfuerzo. de perseverancia, de tesón. Ganamos con el esfuerzo de muchos y muchas que hicimos miles de kilómetros para estar en el "campo de batalla".
Ese enorme orgullo es cemento de nuevas batallas por venir.
EC
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