martes, 20 de octubre de 2015

Cinco años



Cinco años se pasan volando. Pero es mucho tiempo igual. O poco. Depende.

Cinco años en los que nuestra lucha permitió que parte, solo una parte, de los responsables del asesinato de Mariano fueran presos.

Pero nuestra lucha fue insuficiente para que cayera Tomada y todos los empresarios que habían sido cómplices de la situación que llevó al  asesinato de Mariano. Y en ese sentido, aún es poco el tiempo.

Nuestra lucha tampoco alcanzó para que a Pedraza le dieran perpetua. Sí sirvió para que vaya preso y que un manto de condena social pese sobre él.

Mariano es hoy una bandera de lucha para todos nosotros. Es también una demostración cabal de los métodos de la burocracia sindical peronista que, desde aquellos tiempos en que armaba la Triple A, hasta la actualidad, ha cambiado relativamente poco.

Cinco años es poco tiempo para lograr que un movimiento obrero, que sufrió enormes derrotas en la dictadura y el menemismo, se ponga de pie y se pueda sacar de encima a todos los Pedraza, los Moyano y los demás que no entran en la letra de la canción que cantamos siempre. Sin embargo, en ese camino estamos.

Cinco años es suficiente tiempo para corroborar que el llamado progresismo kirchnerista era un relato de gran escala. Pedraza está preso. Pero al lado de Cristina (y ahora de Scioli) están los Gerardo Martínez, los Caló o los Pignanelli, parte de la misma escuela y de la misma casta podrida que se hace millonaria a costa de entregar conquistas obreras a la clase capitalista.

A su lado, también Aníbal Fernández, que dirigía a las fuerzas policiales que liberaron las zona donde fue asesinado Mariano. El mismo Aníbal de Puente Pueyrredón. Dos masacres separadas por casi una década, con un protagonista en común, hoy “casualmente” candidato a gobernador del “proyecto nacional y popular”.

Cinco años es tiempo suficiente para ratificar que las batallas que Mariano libraba, junto y al mismo tiempo que muchos de nosotros, siguen pendientes y son parte de nuestro motor cotidiano.

EC



domingo, 11 de octubre de 2015

Rozenmacher y La Casa Tomada (Ricardo Piglia)



Leyendo el muy buen libro de Carlos Gamerro nos encontramos con la cita de un artículo de Ricardo Piglia. Como (casi) no podía ser de otra manera, lo que está en el centro del análisis es el peronismo. 


Aquí abajo el artículo completo, encabezando el cuento Cabecita negra de Germán Rozenmacher: 



https://es.scribd.com/doc/190979270/Rozenmacher-y-La-Casa-Tomada-Piglia