viernes, 7 de diciembre de 2012

7D: La “fiesta” K que no fue.



  


Juan Pablo Aguilar


Una derrota que profundiza el agotamiento del modelo

¿Es acaso la extensión de la cautelar por parte de la Cámara civil y comercial una derrota del kirchnerismo? A primeras luces sí. El gobierno "de los derechos humanos" ha realizado en el último tiempo una campaña desprestigiadora del grupo Clarín, jugándose a un 7D en las calles festejando la "soberanía" del pueblo y el fin de "el gran monopolio". Ahora bien, las comillas anteriores ameritan explicación. La pregunta del principio amerita un análisis de si este revés de la justicia no le permite al gobierno nacional seguir utilizando a un enemigo que supuestamente vencía este 7D y que tanto le ha ayudado a desviar la atención de temas importantes, ya que todo lo que Clarín informaba era o falso o carente de sentido por ser informado allí, por provenir de la boca misma del monopolio.
Sin embargo la respuesta continua siendo la misma. Es una derrota, por más que termine arrojando pequeñísimas ganancias para el oficialismo. Claro que estas no son las ganancias queridas por los K, porqué este hecho permite mostrar cuan débil están y el desgaste pronunciado del modelo, ya que con una cautelar y un poco de presión de un grupo económico en la justicia se le desbarata lo que se consideraba "La Gran Jornada Militante K del 2012", Jornada por otro lado reservada a los militantes más fanáticos, luego de los reiterados fracasos de instalar la lucha contra Clarín en las masas (prueba de esto son las reiteradas publicidades en la TV Pública, los anuncios y comentarios durante los partidos de Futbol Para Todos y las ironías lanzadas en las casi cotidianas cadenas nacionales). Sin embargo gracias a estas pequeñas ganancias puede mantener en el relato a su "gran enemigo" (alguna vez íntimo amigo si hacemos un poco de memoria).
Entonces los paros seguirán siendo "provocados por Magnetto" y no por el pueblo trabajador harto de la explotación y la precarización, y podrán seguir siendo reducidos a "piquetes que Clarín agrandó", combatiendo la realidad con un relato totalmente falaz y basado en la procedencia del mensaje y no en el mensaje mismo, relato por otro lado que cada vez suena menos convincente y demuestra la dependencia del gobierno hacia sus enemigos para poder disimular los claros síntomas de un agotamiento que se sigue profundizando.

Las mentiras del relato Anti monopólico

El Gobierno nacional ha gastado increíbles cantidades de dinero en una campaña agresiva contra Clarín no porque estén en contra del monopolio en el mercado, si no porque es muy útil la táctica de tener un enemigo identificable a quien atribuirle la culpa de los espacios que este gobierno no ha sabido llenar. Que Clarín es un grupo empresarial despreciable que dice y hace de acuerdo a lo que le conviene nadie lo va a discutir, que se debería acabar con su predominio en el mercado y empezar a abrir la posibilidad para que más voces se expresen tampoco, ahora la cuestión clave es ¿cómo lograr eso? y aquí es donde falla el relato kirchnerista, las voces que se van a escuchar en el eventual caso de la aplicación de la ley de medios, ¿realmente expresan un cambio palpable en los medios de comunicación? ¿O acaso del monopolio Clarinista vamos a pasar al monopolio kirchnerista, entregando licencias a través del AFSCA? Esta última opción es la que parece más probable a la luz de los negociados del oficialismo con dueños de señales de televisión, es decir que de tener un grupo monopólico privado que diga lo que le conviene pasaríamos a tener un grupo monopólico pseudoestatal (pseudo porque además del estado estaría controlado por inversores privados amigos de los k) que diga lo que le conviene al kirchnerismo lo que en realidad no amerita ninguna mejoría en lo absoluto.
Imaginemos por un segundo que el gobierno tiene predominio en los medios, ¿acaso este gobierno de los “derechos humanos” va a hablar de la persecución a trabajadores que ellos mismos realizan? ¿Acaso van a hablar de Monsanto y las mineras? ¿O en cambio deberemos experimentar la desagradable sensación de que haya más de un 6,7,8? Los medios no deben ser la tribuna para que la clase burguesa dominante le "informe" a los trabajadores lo que consideren que deben saber, deben ser lugares abiertos a todas las voces, lugares en los que se puedan dar a conocer las demandas más sentidas del pueblo trabajador, lugares que sirvan a la cultura y no a admitir programas degradantes por su contenido noventoso, deben dejar de estar controlados por capitalistas que buscan la ganancia sin importarles lo que deban ocultar haciendo de la información un negociado.
Ahora bien, y para finalizar, el argumento que da el oficialismo es que el origen de esta ley fue el pueblo y que de no respetarse se atacaría la soberanía argentina por un grupo mediático afín a los "fondos buitres". Hay que reconocerle al oficialismo que hay que ser muy buen actor o no tener memoria para decir estas cosas en público y que no se les mueva una pestaña. Porque si vamos a hablar de soberanía en un país que destina cantidades abismales de presupuesto en pagar deudas ilegales al extranjero, un país que permite la entrada de multinacionales como la Barrick Gold o Monsanto. Si VAMOS A HABLAR DE SOBERANÍA EN UN GOBIERNO QUE CEDE ANTE LAS PRESIONES DEL GAFI PARA APROBAR LA LEY ANTITERRORISTA Y PERSEGUIR A LOS LUCHADORES, (y tantos etcéteras que se le pueden mencionar al Kirchnerismo) es porque realmente se manejan con niveles de cinismo grandes.
La ley de medios representa una puerta a los empresarios amigos de los K y no al pueblo trabajador, queremos medios realmente democráticos controlados por los trabajadores y que sirvan de expresión a las demandas más fuertes de un pueblo trabajador que tanto el 7D como el 8D y siguientes va a seguir precarizado, explotado y perseguido.







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