Juan Pablo Aguilar
Una derrota que
profundiza el agotamiento del modelo
¿Es acaso la extensión de
la cautelar por parte de la Cámara civil y comercial una derrota del
kirchnerismo? A primeras luces sí. El gobierno "de los derechos
humanos" ha realizado en el último tiempo una campaña desprestigiadora del
grupo Clarín, jugándose a un 7D en las calles festejando la
"soberanía" del pueblo y el fin de "el gran monopolio".
Ahora bien, las comillas anteriores ameritan explicación. La pregunta del
principio amerita un análisis de si este revés de la justicia no le permite al
gobierno nacional seguir utilizando a un enemigo que supuestamente vencía este
7D y que tanto le ha ayudado a desviar la atención de temas importantes, ya que
todo lo que Clarín informaba era o falso o carente de sentido por ser informado
allí, por provenir de la boca misma del monopolio.
Sin embargo la respuesta
continua siendo la misma. Es una derrota, por más que termine arrojando
pequeñísimas ganancias para el oficialismo. Claro que estas no son las ganancias
queridas por los K, porqué este hecho permite mostrar cuan débil están y el
desgaste pronunciado del modelo, ya que con una cautelar y un poco de presión
de un grupo económico en la justicia se le desbarata lo que se consideraba
"La Gran Jornada Militante K del 2012", Jornada por otro lado
reservada a los militantes más fanáticos, luego de los reiterados fracasos de
instalar la lucha contra Clarín en las masas (prueba de esto son las reiteradas
publicidades en la TV Pública, los anuncios y comentarios durante los partidos
de Futbol Para Todos y las ironías lanzadas en las casi cotidianas cadenas
nacionales). Sin embargo gracias a estas pequeñas ganancias puede mantener en
el relato a su "gran enemigo" (alguna vez íntimo amigo si hacemos un
poco de memoria).
Entonces los paros
seguirán siendo "provocados por Magnetto" y no por el pueblo
trabajador harto de la explotación y la precarización, y podrán seguir siendo
reducidos a "piquetes que Clarín agrandó", combatiendo la realidad
con un relato totalmente falaz y basado en la procedencia del mensaje y no en
el mensaje mismo, relato por otro lado que cada vez suena menos convincente y
demuestra la dependencia del gobierno hacia sus enemigos para poder disimular
los claros síntomas de un agotamiento que se sigue profundizando.
Las mentiras del relato
Anti monopólico
El Gobierno nacional ha
gastado increíbles cantidades de dinero en una campaña agresiva contra Clarín
no porque estén en contra del monopolio en el mercado, si no porque es muy útil
la táctica de tener un enemigo identificable a quien atribuirle la culpa de los
espacios que este gobierno no ha sabido llenar. Que Clarín es un grupo
empresarial despreciable que dice y hace de acuerdo a lo que le conviene nadie
lo va a discutir, que se debería acabar con su predominio en el mercado y
empezar a abrir la posibilidad para que más voces se expresen tampoco, ahora la
cuestión clave es ¿cómo lograr eso? y aquí es donde falla el relato
kirchnerista, las voces que se van a escuchar en el eventual caso de la
aplicación de la ley de medios, ¿realmente expresan un cambio palpable en los
medios de comunicación? ¿O acaso del monopolio Clarinista vamos a pasar al
monopolio kirchnerista, entregando licencias a través del AFSCA? Esta última
opción es la que parece más probable a la luz de los negociados del oficialismo
con dueños de señales de televisión, es decir que de tener un grupo monopólico
privado que diga lo que le conviene pasaríamos a tener un grupo monopólico
pseudoestatal (pseudo porque además del estado estaría controlado por
inversores privados amigos de los k) que diga lo que le conviene al
kirchnerismo lo que en realidad no amerita ninguna mejoría en lo absoluto.
Imaginemos por un segundo
que el gobierno tiene predominio en los medios, ¿acaso este gobierno de los
“derechos humanos” va a hablar de la persecución a trabajadores que ellos
mismos realizan? ¿Acaso van a hablar de Monsanto y las mineras? ¿O en cambio
deberemos experimentar la desagradable sensación de que haya más de un 6,7,8?
Los medios no deben ser la tribuna para que la clase burguesa dominante le
"informe" a los trabajadores lo que consideren que deben saber, deben
ser lugares abiertos a todas las voces, lugares en los que se puedan dar a
conocer las demandas más sentidas del pueblo trabajador, lugares que sirvan a
la cultura y no a admitir programas degradantes por su contenido noventoso,
deben dejar de estar controlados por capitalistas que buscan la ganancia sin
importarles lo que deban ocultar haciendo de la información un negociado.
Ahora bien, y para
finalizar, el argumento que da el oficialismo es que el origen de esta ley fue
el pueblo y que de no respetarse se atacaría la soberanía argentina por un
grupo mediático afín a los "fondos buitres". Hay que reconocerle al
oficialismo que hay que ser muy buen actor o no tener memoria para decir estas
cosas en público y que no se les mueva una pestaña. Porque si vamos a hablar de
soberanía en un país que destina cantidades abismales de presupuesto en pagar
deudas ilegales al extranjero, un país que permite la entrada de
multinacionales como la Barrick Gold o Monsanto. Si VAMOS A HABLAR DE SOBERANÍA
EN UN GOBIERNO QUE CEDE ANTE LAS PRESIONES DEL GAFI PARA APROBAR LA LEY
ANTITERRORISTA Y PERSEGUIR A LOS LUCHADORES, (y tantos etcéteras que se le
pueden mencionar al Kirchnerismo) es porque realmente se manejan con niveles de
cinismo grandes.
La ley de medios
representa una puerta a los empresarios amigos de los K y no al pueblo
trabajador, queremos medios realmente democráticos controlados por los
trabajadores y que sirvan de expresión a las demandas más fuertes de un pueblo
trabajador que tanto el 7D como el 8D y siguientes va a seguir precarizado,
explotado y perseguido.
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