miércoles, 27 de junio de 2012

América Latina: Entre los golpes de la derecha (y la presión imperialista) y los límites de los gobiernos posneoliberales




Por Nicolás del Caño y Eduardo Castilla

Si bien hoy es un día que particularmente merecería un post dedicado a la movilización de Moyano en Plaza de Mayo y la disputa política nacional, no queríamos dejar de escribir sobre el golpe ocurrido en Paraguay. 
Esto en el marco de que, en pocos días sesionará en Mendoza la Cumbre del Mercosur. También sesionará en la provincia la cumbre de la Unasur que se adelantó  ante los hechos de Paraguay. El golpe de la derecha en Paraguay ha cambiado en gran parte los ejes de discusión que estaban previstos. O quizás  haya acelerado una situación que venía madurando.
Es que si bien la crisis internacional tiene a los tumbos a Europa y Estados Unidos, el tío Sam quiere aprovechar cierto respiro para retomar la iniciativa en el subcontinente y para eso necesita poner límites a Brasil que forma parte de los BRICS y es una potencia regional. Las disputas entre el imperialismo yanqui y la burguesía brasileña se intensificaron desde que estalló la crisis internacional en 2008. El país del norte dejó el lugar de principal socio comercial de la potencia sudamericana nada menos que a China que, en los días previos a la cumbre del Mercosur, desembarcó con su primer ministro en Argentina donde dijo que su relación con el MERCOSUR es estratégica.
Pero el golpe institucional en Paraguay alentado por EEUU pone al descubierto los enormes límites de los gobiernos autodenominados progresistas de América Latina, que lejos están de enfrentar al imperialismo en pos de solucionar las penurias de millones de trabajadores y campesinos. Si durante parte importante de la década aparecieron como la “novedad”, tomando una parte ínfima de la agenda que las masas pusieron en las calles a finales del siglo anterior y hasta la mitad de la década pasada, ese momento ya está pasando a la historia.
Como se señala acá “el momento más alto de los gobiernos nacionalistas (y progresistas) ha quedado atrás. Ha comenzado la declinación del nacionalismo en sus pretensiones de hegemonía política sobre el movimiento de masas –lo que no significa que no siga cosechando triunfos electorales y manteniendo una amplia base popular–. Las turbulencias en el horizonte económico y político internacional los empujan a querer “normalizarse” en términos burgueses, contemporizando con el imperialismo, buscando mayores acuerdos con la clase dominante y endureciéndose ante las presiones populares e incluso tomando medidas de “ajuste” puesto que se achican los márgenes para las políticas de contención social. De hecho, los proyectos nacionalistas y progresistas, lejos de ser un muro contra la reacción y el imperialismo, se adaptan cada vez más y cuando la crisis económica golpee la factura más abultada de sus costos les será presentada por los “gobiernos populares” a los trabajadores y el pueblo”.
Así quedó demostrado en estos años de gobierno de Lugo, quien no sólo no tomó ninguna medida seria sino que ni siquiera avanzó en tibias reformas. Más allá del discurso (cualquier similitud con el gobierno de CFK…) no tocó los intereses de los terratenientes como Blas Riquelme (que amasó su fortuna durante la dictadura)  ni de los capitalistas como la multinacional yanqui Monsanto que facturó 30 millones de dólares el año, solamente en concepto de royalties por el uso de semillas transgénicas de soja en Paraguay.
Las cuestiones estructurales del país, que se señalan  acá, como que la propiedad del 85% de las tierras (unas 30 millones de hectáreas) están en manos del 2% de propietarios, dejan en claro que Lugo gobernó al igual que los colorados para los terratenientes y latifundios. Algo que quedó en evidencia en la masacre de 11 campesinos (donde también murieron 6 policías) que ordenó hace pocos días cuando aún era presidente.
Esta masacre no fue un hecho aislado. Se llegó hasta acá cediendo ante la presión de los terratenientes que incluso cuestionaban la reforma agraria de Lugo que no fue más que un fiasco. Inclusive, aquí se relata que la “progresista”  Dilma Rousseff ya había pedido a través de su embajador que se respetara la propiedad privada de sus ciudadanos, muchos  de ellos grandes propietarios de tierras, lo cual fue garantizado por la policía bajo las órdenes del mismo Lugo.  

Avanzada imperialista y discursos defensivos

Ante el Golpe institucional los gobiernos del MERCOSUR y Unasur salen a cacarear a favor de la democracia, mostrándolo como una avanzada reaccionaria de la derecha regional. Estos elementos tienen una base real que está dada por la continuidad del poder de los grandes capitalistas en la última década en América Latina. Si la derecha puede emerger con tanta impunidad es porque las bases estructurales sociales de su poder se han desarrollado y en cierto sentido consolidado gracias a la gestión de los gobiernos posneoliberales.
El propio Lugo anunció la resistencia pacífica al golpe. Durante estos años se alió al Partido Liberal que hoy junto a los colorados le hicieron el golpe. Esto llevó al fenomenal avance del cultivo de la soja en el país y las tensiones entre campesinos y terratenientes que se expresaron en estas semanas.
Pero el peso de la derecha patronal no es patrimonio exclusivo de Paraguay. En Argentina, como se señala acá “De las 500 mayores empresas del país, sólo 176 son de capital nacional. Esas empresas producen el 22% del PBI. En el 2009 tuvieron utilidades por casi $60mil millones, cuatro veces más que las empresas locales”. Junto a ese poder del capital imperialista, continuó mejorando la rentabilidad de las grandes patronales del campo que este año, a pesar de la sequía de los primeros meses, la siguen “levantando con pala”. Cristina, aliada de Monsanto, hace pocos días anunciaba con bombos y platillos las nuevas inversiones de la multinacional en Argentina, expresa este compromiso con los “ganadores” del modelo “nac&pop”. Estos sectores se han beneficiado como pocas veces en la historia del país, a costa de la precarización de enormes sectores de la clase trabajadora.
Precisamente, en estos días asistimos a un brote de gorilismo ferviente en las filas de los “progres K” ante el reclamo de la CGT por el impuesto al salario y las asignaciones familiares, con el telón de fondo de la pelea por la sucesión en la central obrera y la interna del PJ. Esto lo explicamos acá y acá.
Por su parte Dilma Rusef defiende a los terratenientes y, como decíamos antes, pidió que se respete la propiedad privada. La policía de Lugo cumplió a sangre y fuego. En el Brasil de Lula y Dilma las “bondades” del reformismo mantienen a más de 54 millones de personas viviendo en las favelas y el 70 % de la clase trabajadora (42 millones de asalariados) reciben menos de 3 salarios mínimos que equivalen a 1140 reales cuando se calcula que para sustentar una familia se necesitan entre 1600 y 1800 reales.
A su vez como se señala acá el 41 % de las 500 mayores empresas es de capital imperialista (según datos de 2009) acumulando un total de US$242,5 billones ingresados en el país, volumen que supera en un 45% al ingresado en la década del 90. El mito desarrollista no resiste análisis. La reprimarización de la economía lo demuestra claramente “das matérias-primas nas exportações totais do país praticamente dobrou ao longo da última década, saltando de cerca de 20% em 2000 para o recorde de mais de 44% em 2010. Como contrapartida dessa tendência, a participação dos bens industrializados (semimanufaturados e manufaturados) caiu de mais de 74% para menos de 54% do total nesse mesmo período (38% se desconsiderados os semimanufaturados)”.
Crisis recurrentes como la que vemos hoy en Bolivia, uno de los símbolos de los denominados gobiernos progresistas, son en gran parte consecuencia de no tomar medidas serias a favor de las masas trabajadoras, campesinas e indígenas. Por eso Evo  se encuentra desde hace unos años con la oposición de importantes sectores de las masas que otrora lo apoyaron con expectativas de obtener importantes concesiones que nunca llegaron.
Esta política de concesiones a la derecha fue parte de la “normalización” necesaria que estos gobiernos intentaron llevar adelante. Precisamente de ahí toma su fuerza la derecha como vemos en Paraguay.

Los límites del nacionalismo burgués

Es evidente que en América Latina existe una derecha ligada al gran capital imperialista tanto de manera directa como indirecta. Mientras esas capas sociales mantengan su poder económico y social, la perspectiva de golpes del imperialismo en la región es una espada de Damocles sobre la cabeza de las masas. Esto es lo que evidencia la reciente destitución de Lugo en Paraguay.
Precisamente lo que viene a demostrar es la impotencia de todos aquellos sectores aspiran a reformar el capitalismo en aras de hacer más llevadera la vida de las masas. En el marco de una situación de desaceleración del crecimiento en los países de la región, las tendencias a mayores ataques de los capitalistas contra las masas se vuelven un elemento central de la política a futuro.
El intento de utilizar el golpe en Paraguay como forma de legitimización por parte de los gobiernos de la región tiene patas cortas. Como vimos ante el golpe en Honduras en el año 2009, son incapaces de detener a la derecha y movilizar consecuentemente a las masas campesinas y obreras en pos de sus demandas
Como dijimos acá “Aquí se pusieron sobre el tapete las enormes limitaciones e impotencia del chavismo, y en general del nacionalismo y el populismo, no sólo para llevar a nuestras naciones a la liberación nacional, como es su discurso, sino incluso para oponerse a los golpes de la derecha reaccionaria y a los avances del imperialismo (…) A pesar de sus discursos antiimperialistas y sus movimientos diplomáticos iniciales, que se diferenciaron del resto de los países latinoamericanos, al final la verdadera política de Chávez ante el golpe de Honduras fue dejar la resolución de la crisis en manos del gobierno de Obama. Esto no tiene otra explicación que la negativa de los sectores “bolivarianos” a impulsar una movilización activa de masas contra el golpe en el continente, tomando en cuenta la influencia y simpatía continental con la que cuentan, sobre todo el propio Chávez y Evo Morales”.
Sólo la movilización independiente de las masas laboriosas del campo y las ciudades de América Latina podrá derrotar los planes del imperialismo y los gobiernos pos-neoliberales que mantienen lo esencial de la estructura heredada de la última década del siglo pasado instaurando gobiernos de la clase trabajadora, campesinos e indígenas en el camino de una federación de repúblicas socialistas de América Latina. Esa es la perspectiva por la que peleamos los marxistas revolucionarios del PTS y la FT-CI.

martes, 26 de junio de 2012

Maxi y Darío ¡Presentes!


Hace 10 años caían asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Hace diez años se perpetraba una verdadera masacre contra la vanguardia obrera y popular, con el objetivo de reventar ese enorme proceso que se había abierto con las jornadas de diciembre del 2001. Como bien señala el amigo Octavio acá “Lo único armado era un escenario para generar el escarmiento, meter miedo, aclarar que en Argentina mandaba el PJ”.
En estos años de kirchnerismo, el oficialismo y toda la trouppe que se hace llamar “izquierda kirchnerista” (a la que el amigo Rosso define como un oxímoron) quiso poner al oficialismo como el sector que había venido a tomar las banderas de lucha de aquellas heroicas épocas.
Nada más lejos de la realidad. Como ya ha dicho, el kirchnerismo fue restauración y restitución de las formas de la política burguesa. El kirchnerismo fue pejotismo disfrazado.
Por eso entre los jóvenes de la Cámpora que hoy ocupan puestos en el estado y hacen su negocio personal a expensas del erario público y Maxi y Darío, hay un abismo.
Un abismo tan grande como las enormes movilizaciones para repudiar su asesinato hace diez años. Un abismo tan grande como las mentiras del gobierno “nac&pop” que ahora saca a relucir el pasado de su aliado estratégico fundamental durante casi una década. El pasado “3A” de Moyano.
Darío y Maxi estaban de este lado. Estaban del lado de los peleamos en las calles. Del lado de los que no militamos para escalar. Del lado de los viven las luchas de los trabajadores y pueblo como compromisos. Al igual que el compañero Mariano Ferreyra, militaban para cambiar el mundo, no para consolidarlo tal como es.
Precisamente, por eso, como dice acá la compañera Stella Cabral “para nosotros es una obligación seguir levantando las mismas banderas que levantaron esos compañeros. Y por eso luchamos día a día, para terminar con este sistema de explotación y miseria. El mismo sistema contra el que pelearon Darío, Maxi, Mariano y muchos otros. Esta lucha y esta organización, apostando a la unidad de toda la clase trabajadora y sus aliados, es el mejor homenaje que podemos hacerles a nuestros caídos”

Entrevista a Alberto Santillán en Pateando el Tablero

viernes, 22 de junio de 2012

Moyano y su retroceso táctico (y estratégico)




Por Eduardo Castilla y Nicolás del Caño

Con el acuerdo firmado por poco más del 25% y el llamado a un paro el miércoles de la semana que viene, Moyano retrocede claramente de la acción que venía impulsando. Cambia una medida de fuerza de acción directa por una pelea política que puede transformarse en campaña, ir acompañada de movilizaciones, pero donde la lucha hasta “imponer sus condiciones” al enemigo, queda postergada en el tiempo.
Como dijo Schmidt ayer "Si se abre la posibilidad de diálogo puede haber posibilidades de solución", poniendo de esta forma la pelea en el terreno del régimen político, tendiendo un puente a la negociación con el gobierno. De este modo confirma lo que ayer escribimos “Precisamente su carácter de oposición burocrática le impide tomar verdaderamente las demandas de sectores más amplios de la clase trabajadora y el pueblo pobre, aunque en su discurso de anoche haya hablado de los docentes, denunciado los pésimos salarios de los trabajadores de comercio y atacado el trabajo informal. La burocracia sindical, en tanto casta privilegiada y policía política del movimiento obrero en su conjunto, no puede tomar más que parcialmente estas reivindicaciones y siempre quitándole todo el filo posible”
No sólo fue incapaz de tomar las reivindicaciones de sectores más amplios de los trabajadores, sino que incluso no llevó hasta el final su propio programa (aumento del 30%) y terminó negociando por mucho menos. A pesar de que mantenga el reclamo de terminar con el impuesto a las ganancias y convoque a paro y movilización para la semana que viene, es claramente un freno a una acción verdaderamente contundente que estaba poniendo al gobierno frente a un desafío central. 

Las razones del retroceso

Cuánto jugó la interna de la burocracia sindical es todavía una incógnita. Hasta el momento, sólo pudieron hacer hablar a ultra alcahuetes como Andrés Rodríguez o Yasky a favor del gobierno. La realidad es que Moyano toma un tema que toca a cerca de 2.5 millones de trabajadores. Si bien, como correctamente señala Paula Varela acá se trata de un programa elitista, al mismo tiempo la da una relativa base en los sindicatos, lo que dificulta al conjunto de los burócratas enfrentar a Moyano. En la medida en que transcurran los días iremos viendo como aparecen nuevos dirigentes oficialistas “de oficio” (ayer menemistas, hoy kirchneristas) a atacar la medida de fuerza del miércoles.  
Por otro lado, por lo que señalan algunos medios, parece haber jugado la interna al interior del mismo pejotismo. Acá se dice que “Moyano cuenta con una ristra de mandatarios que han padecido sus avasallantes métodos. Los intendentes conurbanos, constantemente jaqueados por la recolección de residuos, son el ejemplo más conspicuo, que no el único”. Por otro lado, en esta nota se agrega que “Los municipios van a abroquelarse en defensa del gobierno nacional porque de algo hay que vivir, y mientras no haya, y no lo va a haber, un alineamiento de Scioli con Moyano, lo mejor es esperar a que todo termine lo más rápido posible”
Los intendentes del PJ pueden haber jugado un papel, en el marco de que dependen de la caja y el bonapartismo fiscal de CFK. Un escenario de desabastecimiento y crisis los golpeaba directamente. De allí que seguramente estuvieron en la vereda del frente al moyanismo.

Un poder de fuego controlado

Pero al mismo tiempo, Moyano demostró su poder de fuego. Es decir, demostró el poder que tiene un sector central de la clase trabajadora. Abrió una crisis y la cerró. Como se dice acá “Es cierto que Moyano levantó el pie del acelerador pero como decimos más arriba su poder de daño quedó demostrado con los bloqueos”
Por más que el gobierno se muestre triunfador, la realidad es que el retroceso de Moyano no es resultado de la fuerza del gobierno, ni la “clara ubicación” de los dirigentes políticos K como Mariotto o Berni, sino la decisión de la misma conducción de Camioneros.  
El breve episodio de acción directa y confrontación abierta abría una escenario donde otros sectores podían tomar la posta como, por ejemplo se vio en pequeño acá, lo que podría generar una situación donde el reclamo se volviera motor de movilización de franjas más amplias, obligando incluso a burocracias recalcitrantes a tomarlo como un reclamo activo.
Este escenario de tendencias a la acción directa más de conjunto se cerró con el acuerdo de Moyano. Como se señala acá “La convocatoria a la jornada de protesta con paro y movilizaciones, proyectada en principio para el miércoles próximo desde la CGT, es también dura, pero carece del dramatismo que hubiera tenido si empezaba hoy, cuando todavía había largas colas de automovilistas ansiosos por conseguir nafta.”

Oposición política y oposición social

Pero al mismo tiempo, la acción de Moyano y el llamado al paro del próximo miércoles, abren un escenario donde un sector importante de la clase obrera pasa a la oposición política al gobierno. De ser oposición social en una innumerable cantidad de conflictos, pega un salto hacia una pelea abierta con el gobierno.Como ya se ha señalado, esto se hará con el objetivo de aportar a reconstruir una alternativa política patronal que tiene hoy muchos límites. 
Pero eso no quita que el escenario abierto sea favorable para el desarrollo de corrientes político-sindicales al interior del movimiento obrero. Corrientes militantes que tienen que tomen en sus manos la pelea por el programa que enarbola Moyano, pero al mismo tiempo luchen por todas aquellas demandas que no entran en el pequeño costal de la burocracia sindical, como el fin del trabajo en negro y la precarización laboral, el derecho a la vivienda digna de millones, el salario igual a la Canasta Familiar, entre otras demandas.
En el escenario político que parece abrirse, se plantean mejores condiciones para llevar adelante un política que vaya en este sentido, manteniendo una clara posición política independiente de todas las alas de la burocracia sindical, por más que hoy pasen a la oposición y enarbolen un discurso de denuncia de todos los males que sufre la clase trabajadora. Avanzar en ese camino es parte de las tareas que tiene por delante la Conferencia Nacional de Trabajadores del PTS.

jueves, 21 de junio de 2012

Entre el gorilismo K y las respuestas de Moyano. Anuncio de las batallas por venir



Por Nicolás del Caño y Eduardo Castilla

“Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe” dice del refrán. Y se rompió, con mucho, mucho ruido. Llegó de golpe en el medio de la negociación salarial, sometido a la doble presión de la inflación y los topes a las paritarias. El paro de camioneros por 72hs y los bloqueos de refinerías en todo el país, pusieron (y siguen poniendo) de manifiesto la enorme fuerza de un sector estratégico del movimiento obrero así como los enormes límites del kirchnerismo frente a las demandas salariales de amplios sectores de los trabajadores.

Miércoles de furia y gorilismo

Este miércoles que terminó vimos, por un lado, un salto en la ruptura del moyanismo con el gobierno nacional que se venía anunciando en decenas de declaraciones y discursos, pero donde la sangre nunca llegaba al río. Por el otro, el choque abierto del gobierno con un sector clave de la clase trabajadora, con medidas abiertamente destinadas a poner límite a la protesta social. 
El “progresismo” K sangra por la herida y justifica la militarización contra el desabastecimiento, azuzando el fantasma destituyente de sectores patronales como lo vimos en el conflicto con las patronales agrarias en el 2008. Resulta asombrosa la comparación que hacen algunos K de este conflicto con el paro de los transportistas bajo el gobierno de Salvador Allende en Chile en  1972, que fue un verdadero lockout patronal bancado por la CIA detrás del cual los sectores patronales buscaban desestabilizar a Allende y preparar el golpe. 
Si bien es cierto que Moyano busca no perder poder ante los ataques del gobierno y que en la interna del PJ juega para Scioli, lejos estamos de un complot golpista, fantasma con el que buscan cubrir la política cada vez más antiobrera que aplica (y necesitará aplicar) el gobierno para mantener el modelo “nac & popular”. La otra cuestión que tira abajo este "argumento" es que las patronales del transporte están del lado del gobierno, rechanzando el pedido de aumento salarial. 

Es la clase obrera

Lo que está estallando, abiertamente, es parte del esquema de poder con el que kirchnerismo gobernó la Argentina y recompuso las instituciones políticas del régimen en la medida en que se lo permitió la situación. La burocracia sindical, bajo la conducción de Moyano garantizó que los negocios capitalistas siguieran creciendo en estos años, teniendo un pilar fundamental en los bajos salarios y la precarización de los trabajadores. Esa alianza duradera entre burocracia y kirchnerismo es lo que se expresa en la búsqueda de consagrar a Caló en la CGT. De ahí que sea completamente utópica la perspectiva de “democratizar los sindicatos” como se propone acá, para frenar a Moyano.
Al mismo tiempo, en estos años se fue fortaleciendo, en términos sociales, una poderosa clase trabajadora que, subjetivamente, fue decantando sectores que pasaron a revistar en lo que se hizo conocido como “sindicalismo de base”. En estos años de crecimiento, ni el gobierno ni las patronales tuvieron que ir a ataques abiertos contra la clase trabajadora. Por el contrario, cuando fue necesario pelear, pudieron dar batallas parciales, como los despidos del 2009, paliados en parte por los planes Repro y otras “ayudas” del estado a las patronales. Pero la llegada de la crisis internacional obliga a girar e imponer los límites a la clase trabajadora en el terreno salarial y reivindicativo. Esto explica la enorme dureza frente a este reclamo salarial.
Precisamente lo que está por verse es si el gobierno, como garante del conjunto de los negocios capitalistas, tiene o no la fuerza para enfrentar seriamente a Moyano, lo que significa enfrentar a parte central de esa fuerza social que se fue consolidando en estos años. Como señala acá el bloguero K Ezequiel Meler, mostrando de paso una aguda disyuntiva, El gobierno escaló demasiado rápido y demasiado a fondo, y se encontró con un adversario que piensa como él: retroceder nunca, rendirse jamás. No es buena idea seguir avivando el fuego, ni siquiera si se gana. Porque, a veces, se necesita un monstruo para liquidar a otro”
Los 200 mil afiliados del sindicato de Camioneros y la simpatía de las demandas de Moyano entre otros sectores de la clase trabajadora, son un serio obstáculo para el gobierno en esta pelea. Por su parte, el escriba del archi-oficialista diario Página 12, Mario Wainfeld, reconociendo esta situación dice acá que “el gobierno  cometió un error y hasta una injusticia al encuadrar esas reformas como “pedidos de Moyano”.  Al mismo tiempo señala que  “así las cosas, admitirlos se traduciría como debilidad en la pulseada”, perdiendo el gobierno una posible vía de negociación que destrabe el conflicto o al menos obtenga una tregua en la disputa con Moyano sin quedar como perdedor. 
Estamos ante el inicio de un cambio en la situación política que, con flujos y reflujos, llevará a un mayor protagonismo de la clase trabajadora en el enfrentamiento al gobierno nacional. Que este fenómeno se dé hoy bajo sus actuales conducciones burocráticas no puede hacer perder de vista quiénes son los actores fundamentales de las batallas por venir. 
Hugo y Daniel jugando a la pelota

En esta batalla entre el gobierno y Moyano, parte de la artillería es la foto del “pecado capital” sciolista es la que se ve a Hugo, Daniel y Pablo festejando con la copa “Lealtad” (como la bautizó Moyano). Aunque Hugo dice que ya no juega a la pelota, se viene “tirando paredes” con Daniel, que juega a hacerse el distraído, busca mantenerse haciendo equilibrio, esperando que el 54% se siga esmerilando producto de la desaceleración económica y permita la emergencia de un polo opositor más claro en el peronismo.
Este juego dentro de las internas del PJ muestra los límites de las medidas anunciadas por el moyanismo. Precisamente su carácter de oposición burocrática le impide tomar verdaderamente las demandas de sectores más amplios de la clase trabajadora y el pueblo pobre, aunque en su discurso de anoche haya hablado de los docentes, denunciado los pésimos salarios de los trabajadores de comercio y atacado el trabajo informal. La burocracia sindical, en tanto casta privilegiada y policía política del movimiento obrero en su conjunto, no puede tomar más que parcialmente estas reivindicaciones y siempre quitándole todo el filo posible.
Precisamente ligado a esto, Moyano se ubica como el garante de que la “oposición social”, que tenderá a emerger, sea canalizada por la misma burocracia sindical. En tanto dirigente sindical en la oposición, como lo fue desde fines de los ’90, puede actuar como válvula de seguridad para contener las tendencias más conflictivas que puedan desarrollarse en el movimiento obrero.
De ahí que no fue casual el “interés” de Pablo Moyano de mostrarse junto al Pollo Sobrero esta noche y reivindicar el apoyo de Micheli y la CTA opositora. El “aval” de sectores del sindicalismo de base es necesario para ayudar a “reubicar” a una corriente de la burocracia que durante todos estos años avaló topes salariales, límites en las paritarias, trabajo en negro y precarización laboral. 

Una posición independiente de la izquierda

En la situación que parece abrirse, el “giro moyanista” puede permitir que sectores más amplios de los trabajadores avancen hacia la disidencia en relación al gobierno. Probablemente amplios sectores del movimiento obrero, que reclaman por las mismas cuestiones que camioneros y cuyas conducciones sindicales firmaron acuerdos salariales a la baja, miren con simpatía este gran paro y la pulseada con el gobierno. 
Precisamente por eso es necesario apuntar al desarrollo de la organización independiente de la vanguardia obrera. En ese camino es central aprovechar las brechas que se abren entre este sector de la burocracia y el gobierno para hacer avanzar pasos a los sectores combativos y antiburocráticos del movimiento obrero, fortaleciendo las tendencias del sindicalismo de base.
En este caso, un camino independiente implica, junto al necesario apoyo al paro de camioneros, una crítica a los límites de la política que acompaña a las medidas de fuerza. El   Pollo Sobrero, al lado de Pablo Moyano en la puerta de la refinería en La Matanza, solidarizándose “in toto” con la medida, no aporta en ese sentido.
Desde el PTS estamos impulsando la Conferencia Nacional del Trabajadores el próximo 8 de julio, en el estadio cubierto de Ferro, como una forma de dar pasos en organizar una verdadera corriente de izquierda clasista en el movimiento obrero que se proponga construir su propio partido y que se prepare para actuar ofensivamente ante nuevos sacudones de la realidad política y social. 


viernes, 15 de junio de 2012

¿Viviendas para todos o nuevo anuncio mediático?



Por Eduardo Castilla y Matias R.

El anuncio de una línea de créditos para la construcción de 400 mil viviendas en los próximos 4 años es otro de los golpes de efecto mediáticos cristinistas que tanto conmueve el imaginario progresista argentino y le impone seguir apoyando el “modelo” a pesar de todas sus “falencias”. Leyendo la coyuntura política, donde empiezan a emerger signos de descontento entre sectores de masas (algunos de carácter progresivo y otros donde suenan las cacerolas gorilas que estuvieron con el campo) es evidente que el nuevo plan, busca contrapesar en parte esas tendencias políticas.
Para respetar una tradición, el cristinismo muestra en este anuncio sus propios límites para dar solución a los problemas de fondo que viven las masas obreras. Mientras, como se señala acá, CFK “pesifica” sus “ahorritos de 3 millones”, la vida en las barriadas obreras y populares discurre por otros caminos, como lo hicimos público en este programa. Esto prepara, a futuro, condiciones de estallidos y rebeliones que el cristinismo, por ahora, logra desplazar en el tiempo.

Un plan más y van…

Como bien señalan los compañeros del sitio Plaza de mayo. Com éste no es el primer plan de estas características que llevó adelante el kirchnerismo”. La pregunta de que pasó con los anteriores nos remite al fondo de una medida que puede terminar cubriendo parcialmente las necesidades de determinados sectores de los trabajadores y las clases medias, pero dejando sin solución global el problema de la vivienda nacional.
Como se señala acá, el déficit habitacional en Argentina alcanza los 3,5 millones de viviendas, es decir medio millón más que en el 2001. Por lo tanto el plan anunciado con bombos y platillos, apenas alcanzaría a cubrir poco más del 10% del déficit existente. Otro indicador, citado acá, es que los 5 planes de vivienda anteriores que lanzó el gobierno nacional desde el 2007 sólo redujeron el déficit habitacional en un 5% entre ese año y el 2009.
A esto le podemos agregar que el precio del metro de construcción, dependiendo del lugar, limita la calidad de la vivienda. Acá se dice “Para construir en Córdoba (…) una modesta vivienda de 75,7 metros cuadrados, se requieren entonces unos 230000 pesos (…) para quienes ganen hasta 5.000 pesos por mes de salario (…) el monto máximo de crédito asciende a 200 mil pesos. Con los indicadores que tomamos como referencia, no llegarían a los 230 mil mínimos para edificar”. Es decir, el plan prevé la posibilidad de construir un lugar con comodidades mínimas, algo bastante más modesto que la casa que CFK tiene en El Calafate o el departamento de Boudou en Puerto Madero.
Pero además, “los tomadores del mismo (el crédito, NdR) deberán asumir los mayores incrementos de los costos de construcción que se presentarán en el transcurso de la obra (…)  este plan (…) agregará demanda adicional por lo que es previsible que los niveles de aumento de los precios de la construcción sigan o incluso aumenten las tasas de incremento”.  (Ver acá).
De esta forma, quienes logren acceder al crédito, deberán edificar en un “plazo rapidísimo” para que los mayores costos de construcción no impliquen quedarse con cada vez menos dinero.

La tierra, ese “bien escaso”

El plan, a pesar de tomar la cuestión de la tierra, lo hace de una manera absolutamente  formal. En su discurso CFK anunció el sorteo de 1820 hectáreas, cuando tan sólo el Ministerio de Defensa “tiene, exactamente 884 mil hectáreas”.
La cuestión de la tierra no es un problema menor, sino un elemento central de la crisis de la vivienda. Como señala Le Monde Diplomatique “Un estudio realizado en agosto de 2011 muestra que el precio de los terrenos entre 2004 y 2011 aumentó en el partido de Moreno 747% y en el de Almirante Brown 608%. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el incremento del precio de los terrenos fue de 271% en el período, llegando a incidir entre un 30% y un 50 % en el costo de una construcción, cuando históricamente lo aceptable era de hasta un 25%”.
De este modo, quienes no tengan su propio terreno, deben tomar en cuenta este enorme costo y esto puede generar que muchos de quiénes accedan al crédito posiblemente terminen construyendo en un terreno compartido, lo que lleva al crecimiento del hacinamiento.
La sola mención de 1820 hectáreas en el total de las 23 provincias suena a burla cuando el ex amigo de CFK, Carlos Blaquier, tiene más de 150 mil en Jujuy y, en la Patagonia, los hermanos Benetton concentran más de 1 millón de hectáreas.
Pero además, las tierras que seguramente podrán incorporarse al plan se hallarán en los márgenes de las grandes ciudades. Como bien agrega Le Monde “Convertido el suelo urbano en una mercancía escasa y de oferta rígida, las urbanizaciones privadas compiten con las urbanizaciones “informales” (ocupaciones, asentamientos y villas miseria), desplazándolas cada vez más lejos de las oportunidades que la ciudad ofrece (medios de transporte, calidad del equipamiento y de los servicios) y convirtiendo a la dificultad en el acceso a la tierra en el primer obstáculo para el acceso a la vivienda (…) las familias que quieren adquirir un terreno para autoconstruir su casa (como hicieron históricamente los sectores populares) no pueden hacerlo, pues los terrenos más cercanos a las ciudades son retenidos a la espera de un mayor valor” (resaltado nuestro)

El marxismo y el problema de la vivienda

En 1873 Federico Engels señalaba “Lo que hoy se entiende por penuria de la vivienda es la particular agravación de las malas condiciones de habitación de los obreros a consecuencia de la afluencia repentina de la población hacia las grandes ciudades; es el alza formidable de los alquileres, una mayor aglomeración de inquilinos en cada casa y, para algunos, la imposibilidad total de encontrar albergue. Y esta penuria de la vivienda da tanto que hablar porque no afecta sólo a la clase obrera, sino igualmente a la pequeña burguesía”.
Estas palabras, escritas hace casi 130 años, conservan una profunda actualidad como lo muestra el mismo artículo que ya citamos, donde se señala que “el 60% de los habitantes que llegaron al área metropolitana entre 2001 y 2006 se establecieran en asentamientos informales, la mayoría de las veces a través de ocupaciones. Se calcula que hoy existen 819 asentamientos, con una población de alrededor de 1.000.000 de personas (…) en una superficie de 6.484 hectáreas y una densidad de 164 habitantes por hectárea”
El problema de la vivienda no es sólo déficit de lugares, sino además hacinamiento en villas miseria, superpoblación y carencia de servicios esenciales. Más allá del crecimiento económico de los últimos años a “tasas chinas”, esta cuestión siguió sin resolverse y sólo halló respuestas represivas como en Villa Soldatti o en Ledesma. Desde ese punto de vista, el kirchnerismo, como administrador del estado burgués, mostró sus enormes límites para dar una solución duradera a las necesidades del pueblo trabajador.
De ahí que, como decía Engels  “Para acabar con esta penuria de la vivienda no hay más que un medio: abolir la explotación y la opresión de las clases laboriosas por la clase dominante”.  Más adelante agregaba “toda revolución social deberá comenzar tomando las cosas tal como son y tratando de remediar los males (…) se puede remediar inmediatamente la penuria de la vivienda mediante la expropiación de una parte de las casas de lujo que pertenecen a las clases poseedoras, y obligando a poblar la otra parte”. En Argentina se calcula que hay a nivel nacional casi 2,5 millones de viviendas deshabitadas. En Córdoba, como señalamos acá se cuentan por decenas de miles.   
Es evidente que mientras, el problema de la vivienda siga estando bajo la órbita del estado burgués y de la propiedad privada será imposible una solución profunda y duradera a este flagelo. Precisamente por eso, el camino de la expropiación a los grandes capitalistas y especuladores inmobiliarios, así como la nacionalización del conjunto de las grandes propiedades terratenientes y terminar con los subsidios a los grandes empresarios, constituyen el requisito básico para avanzar en un plan de viviendas y obras públicas que contemple la extensión de las redes de los servicios de agua, cloaca, gas y electricidad a todos los hogaresy la construcción de las millones de casas que hoy necesita imperiosamente el pueblo trabajador.
Es evidente que este programa no puede ser llevado adelante por este gobierno que ha hecho de los negocios para los empresarios amigos un modus operandi. La solución sólo puede venir de la organización y lucha del conjunto de la clase trabajadora, superando las barreras entre tabajadores nativos e inmigrantes, y superando la burocracia sindical, cómplice de este problema.

miércoles, 13 de junio de 2012

Kretina, la millonaria y el partido de los insurrectos


el pelao Leny

Kristina habló la semana pasada por cadena nacional, opuesto a sus intenciones originales, de dirigirse a un sector social específico, los ahorristas, y de ligar su discurso al relato k de "grandes gestas nacionales", quedó muy al descubierto la herencia noventista del gobierno y sus secuaces, quedó al descubierto como una millonaria.
Decir "tengo unos ahorritos de 3 millones" es de lo peor de aquella época que dicen enterrar, obsceno como el riojano, todo esto mientras en la industria bajan las horas extras, largan suspensiones, amenazan con despidos para bajar el salario o directamente despiden para precarizar la planta con planes de PPP, mil pesos por 4 hs que, no sólo precarizan y esclavizan a la juventud, sino también, y sobre todo, la arruinan, la super explota, la deja en la calle o la pone a competir con sus compañerxs que ven en el pibe deslomado, de acá para allá, al pecha barco que le sube la producción, el que pone en riesgo su trabajo, el invasor.
Kretina interrumpe todos los programas de radio y tv para decirnos que tiene 3 palos verdes. Kretina y farsante así, con ese desprecio nos trata, 3 millones y nosotros sin casa, sin gas, se viene el frío y la precariedad de la vivienda del pueblo pobre nos pone casi a la intemperie, no hay garrafa social que banque esto, las empresas la esconden, la venden más cara, se especula y no se consigue por ningún lado, frío, frío y miseria.
La construcción baja, 3000 laburantes fuera! A sus hijos, a los cuales sino mandan al comedor no les alcanza para la ropa, los útiles o el alquiler, el histérico De la Sota le baja la ración del PAICOR: "hay que achicar que se va a hacer, que cobren los que no hablan, los que nadie oye".
¿Qué hago?  dice el laburante, "si el pibe come en casa no llego a fin de mes, si no pago el alquiler, la semana que viene me corren del rancho!". Al fondo del barrio hay unos campos vacíos, unas lonas, unas tarimas y a ocupar, que importa si muero de frío, te cambio todo por una pizca de dignidad, y el gas no llega, no llega carajo, me duelen los dedos, prendo el bracero, la salamandra, muero asfixiado! Que importa correr el riesgo, ella no sabe que es entumecerse los pies de frío.
Cretinos como De la Sota, a esos niños, a los niños del pueblo les reducen la ración, le dan 300 gramos de yerba para un comedor de 180 pibes! y mientras esta Kretina, farsante, millonaria, habla de sus millones como de un vuelto, en Arenales, fuera de la ciudad, un pibe de 14 años se desmaya con la tensión baja, igual que Jorgito de 13 ¿Desde cuándo la juventud tiene problemas cardiacos?
A los pibes de la Cámpora seguro no les pasa! Ellos están gorditos, a lo sumo se doblan el pie en las escaleras de sus apartamentos caros, caros y calentitos. Estos pibes, los nuestros, los de acá, viajan en la TAMSE para el Hogar 3, con sus zapatos rotos, llenos de cal, con los ojitos cansados como su padre, inmigrante. Vienen de la obra, no del cine. Carajo, loco, qué manera de resfregar miseria, mala alimentación, frío y hambre para nuestros niños y ella hablando de sus millones y los de su gabinete, como si todo fuera "normal".
Que bronca, que odio, se me caen las lágrimas de bronca, será que estoy susceptible, que se yo. Pero odio la "normalidad", esa que le dice a un niño que su obligacion es hacer la mezcla para revocar y no, jugar y jugar y cansarse de jugar.
Asi es la vida acá, en la Córdoba profunda. Y que no se asusten, yo les avisé, acá se construye el odio, algunos no lo entienden bien. Mi viejo, el peronista del barrio, decía "Chicho era rebelde, como vos". A Chicho lo mataron hace poco, no llegaba a 20, se había sacado el chaleco antibalas que le había salvado la vida una semana atrás. Ese chaleco que seguro le había dado el covani que lo mandaba a chorear. 12 o 13 años atrás cuando andaba lleno de mocos y nos alcanzaba el fútbol en la canchita de la villa, nadie lo imaginaba metiendo el caño. Corre Chicho que la bala te alcanza, que te alcanza te digo... ajustado. Uno menos va a decir Mirta.
 Y sí, algo compartimos con Chicho. Yo también corría de la esquina cuando venía la cana, sabía que si no lo hacíamos el codo en la nuca seguro nos comíamos, y un rato en el calabozo. Desde el patrullero la verde saliva de la nona en el parabrisas puteando, embroncada porque se llevaban a los pibes. Eso sí, también me agarraba el sexo para hacerles burla cuando nos pirábamos, alguna que otra alegría teníamos, pero también junté bronca, todo ese tiempo odié al mundo todo, vaya si lo odié.
 Los peronistas no nos cazan la onda a los zurdos, piensan que somos rebeldes y nada más. Mi bronca es distinta, a mi odio lo organicé, tengo un programa y una teoría. Mal que le pese a algunos, los marxistas no salimos de un frasco, ni de una academia, los trotskistas del PTS también venimos del barro, y en el barro preparamos la venganza de nuestra clase, la estrategia para vencer.
Ahí lo veo a Raúl Godoy entrando al Indoamericano y me viene el orgullo, el orgullo de mi clase, de sus 180 años, los que me habían ocultado todo ese tiempo. Sigo teniendo bronca y apretando los dientes pero hoy nos desahogamos, hay que decirlo, fuerte y claro, con cada triunfo, con cada paso dado por nuestra clase, cuando metemos el 40 % en Alimentación y decimos, a viva voz, luchamos en los sindicatos para pelear por la clase obrera para que las batallas parciales, por salarios, mejoras y demás, preparen la batalla final, cuando echemos a la burocracia y unamos a la gran mayoría bajo una misma bandera, y tras la dirección del partido de los insurrectos, el que nos debemos de dotar, vayamos de nuevo al Indo, a mil Indos, y hagamos las coordinadoras, los consejos obreros.
Cuando tomemos la UOCRA y echemos a esos burócratas y ocupemos los countris, los edificios, las casas y sean todas del pueblo y para el pueblo. Cuando tomemos las fábricas, y formemos piquetes y nos demos las armas, los futuros milicianos. Cuando tomemos las tierras y las alimenticias y sean nuestros, no mendigados, realmente nuestros, los comedores del pueblo. Cuando tomemos las universidades y pongamos el conocimiento al servicio del pueblo, y consigamos entre obreros, estudiantes y pueblo pobre ese bloque para vencer, cuando nos calentemos las manos, con las llamas de la comisaría, y se contagien del fuego las iglesias y se acabe el frío de esta sucia cárcel y hayamos conseguido ese estado de nuevo tipo, esa base para salir a la conquista de decenas y centenas más, el principio del fin, de la explotación y la opresión que vivimos.
Kretina, la millonaria, le dice a Hanibal que se ponga un bonete, y pesifique sus 24 lucas, uno mira (arriba, bien arriba) y parece que nada hubiera cambiado, parece que siguiera la fiesta menemista! Pero cuando miramos abajo, y vemos a Zanón, a Kraft, y a la Conferencia Nacional de Trabajadores que preparamos, con centenares de delegados, comisiones internas y jóvenes trabajadores. Nos damos cuenta, que todo está cambiando y que está tomando forma la alternativa para los oprimidos del pueblo, preparandose para el momento en que digamos, corré burgues, corré, que esta clase, es la que ahora te persigue.