viernes, 19 de octubre de 2012

La política en Córdoba para "combatir" la violencia familiar: el botón "antipánico"





Prácticamente todos los días en Córdoba nos despierta y estremece la noticia de un nuevo caso de violencia hacia las mujeres, que en doce ocasiones en lo que va del año ya han terminado en femicidios. Mariana, Rocío, Gilda, Vanesa, pasan a ser números para el Estado que luego de alarmase por un par de horas -porque la provincia está en los más altos índices- en la que jueces, policías, funcionarios, etc. se tratan de lavar las manos, todo el mundo se olvida.
 Hace unos días se ha anunciado por los medios de comunicación que el gobierno provincial encontró "la solución" para esta problemática; implementará en los próximos días la entrega de un botón "antipático" a las víctimas (técnicamente: Dispositivo de Seguridad para Violencia Familiar), por el cual apretándolo la victima estaría alertando a la policía de un nuevo hecho para que comparezca al lugar.
Esta política que no tiene nada de casual y  que configura un parche más- con el que quieren mostrar que hacen algo contra este terrible flagelo- , lo único que hace es darle mayor intervención a la institución represora (que torturó doblemente a las compañeras en la época de la dictadura abusando de ellas y robándoles los bebés) que además tiene entre sus filas a montones de buchones que están denunciados por violencia "familiar". A quienes les cantamos en las marchas "policía represor seguro que en tu casa sos un hombre golpeador" el gobierno les da más poder para "cuidar" de las víctimas de este terrible flagelo, como para que se sienta más "segura"...
Pero, este anuncio pomposo implica además, un peligrosa política por la que el Estado se dota de un nuevo y enorme instrumento de control social hacia la población, pues este pequeño aparato tiene un sistema por el cual las fuerzas de seguridad sabrán donde está la persona que lo posea y accione, y hasta podría grabar sus conversaciones y permitirá que la policía actúe instantáneamente, es decir le da más poder a la policía, tal como viene haciendo con todas las políticas para supuestamente "combatir" flagelos terribles como la trata, el narcotráfico, etc.
El cinismo del Estado es enorme, mientras a la violencia hacia la mujer se la disfraza todo el tiempo de violencia "familiar", "doméstica", "pasional" etc. como una operación ideológica en la que pasa a ser un problema "privado", como si socialmente no tuviera que ver la gran violencia sistemática que ejerce el propio Estado hacia las mujeres (prohibiéndole por ejemplo abortar hasta a mujeres que han sufrido vejámenes) y la evidente desigualdad ante la vida que seguimos teniendo las mujeres más allá de los discursos; ahora le otorga más poder a la institución que históricamente y actualmente ha torturado y maltratado a las mujeres...sino preguntémosle a las víctimas como las tratan cuando van a las comisarías a hacer denuncias o buscar resguardo...
Basta!! La violencia hacia las mujeres es inherente a este sistema de explotación y opresión, al que le viene muy bien subyugar doblemente a un 50% de la población, mientras vamos luchando por derribarlo de raíz, es necesario pelear por verdaderos subsidios económicos, refugios y oportunidades laborales dignas para que las mujeres víctimas de violencia puedan salir de ese círculo y reconocerse como sujeto de derechos por los que hay que luchar.

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