miércoles, 12 de marzo de 2014

Apuntes sobre la gran lucha de los trabajadores de Valeo




Eduardo Castilla
La lucha de los trabajadores de Valeo estuvo en las páginas de todos los diarios de Córdoba durante más de diez días. No sólo las páginas de los diarios cordobeses sino que “pegó el salto” a la escena nacional, apareciendo en medios nacionales. No fueron sólo los diarios sino las radios y los canales de TV. La lucha obrera se “convirtió” en un hecho mediático y su “mediatización” la transformó en un enorme hecho político.
Dado el peso que concentró esta lucha, estamos obligados a preguntarnos ¿marcó esta pelea una nueva etapa dentro de la recuperación subjetiva del movimiento obrero en Córdoba? ¿Es el inicio de un proceso distinto o parte de la anterior etapa que definimos en otros posts? ¿Desmiente categóricamente los supuestos acerca de la “debilidad subjetiva” del proletariado, agitada sin descanso desde medios académicos hasta cierta izquierda que prefiere “otros sujetos”? Tratemos de dar algunas primeras respuestas

Una gran fuerza social en acción

La lucha de Valeo se transformó en un hecho central de la lucha de clases desde el momento mismo en que puso en jaque la producción en grandes automotrices como Renault -que se vio obligada a suspender su producción-Fiat o Peugeot.
Así quedaron en evidencia dos cuestiones: por un lado el enorme peso social de este pequeño sector de la clase trabajadora (240 trabajadores), que viene dado por el rol cuasi monopólico (o directamente monopólico) de la patronal de Valeo en tanto proveedora de faros y ópticas para la mayoría de las automotrices del país. Al mismo tiempo quedó en evidencia la relación estrecha entre autopartistas y terminales automotrices, elemento que constituye la base objetiva para la lucha común de la clase trabajadora de estos dos sectores. De ahí que la ligazón que establecieron sectores de trabajadores de VW -entre ellos los compañeros despedidos que luchan por su reincorporación y algunos integrantes de la opositora Lista 2- haya sido un gesto político y simbólico esencial, que marca esa perspectiva.
La capacidad de paralizar la producción propia y de afectar enormemente la de otras empresas -incluso de mucha mayor envergadura- expresa categóricamente la fuerza social de la clase trabajadora. La simple proyección de esa fuerza, con medidas de lucha como la que hemos visto, a la rama entera o a algunas de sus plantas significativas, evidenciaría un poder social capaz de enfrentar a las grandes patronales, tanto nacionales como imperialistas que dominan el sector. Ese poder estratégica (o posición estratégica, en términos de John Womack Jr.) deja en evidencia la falsedad de los argumentos sociológicos que, aún hoy, siguen anunciando “el fin de la clase obrera industrial”. 

Subjetividad  y lucha de clases

Hace varios meses nos preguntábamos si las acciones de los trabajadores de Cargo-Renault y VW en defensa de los compañeros que luchaban por su reincorporación no constituían una tendencia profunda de la clase obrera más concentrada a reemerger en la vida política provincial. La lucha de Valeo confirma el desarrollo de esa tendencia.
Si hacemos un análisis retrospectivo, veremos que la subjetividad de importantes franjas obreras pasó por diversas etapas. Durante un período relativamente importante, el elemento central de la conciencia obrera estuvo dado por un odio creciente contra la burocracia sindical que no lograba encontrar canales. Así se vio en la durísima rebelión de los trabajadores de la UOM en el 2009, cuando atacaron a la burocracia de Varas y llegaron hasta incendiar la puerta de la sede del gremio como expresión de odio. Procesos como las luchas de docentes y estatales del 2009 mostraron elementos similares de un profundo anti-burocratismo que no logró cuajar en organizaciones permanentes, aunque entre los trabajadores de los hospitales permitió la emergencia y desarrollo de ATE como gremio opositor al SEP. Peso fue “reconocido” por el propio gobierno provincial recientemente, cuando llamó a este gremio a la negociación salarial.
Retomando el análisis, se puede afirmar que las batallas de Cargo y VW de fines del 2013, constituyeron un momento de transición hacia esta gran pelea de los trabajadores de Valeo. Esas acciones fueron un gran ejemplo y los compañeros que participaron de las mismas son hoy reconocidos como quienes anticiparon una pelea necesaria. En cierta medida, son reconocidos como emblemas de resistencia a las patronales, por parte de los trabajadores de Valeo. Se establece así una continuidad entre ambos procesos, dado por la acción subjetiva de enfrentar los ataques capitalistas, donde la pelea actual supera las que hemos señalado anteriormente.  
Frente a las acciones folclóricas que realiza la burocracia sindical por arriba, como bien señala Fernando Rosso “Lo que vale de los trabajadores de Valeo es que muestra otra estrategia y otro camino y dejan al desnudo la diferencia entre las palabras y los hechos”. Desde ese punto de vista, el horizonte del desarrollo de una nueva subjetividad en la clase trabajadora aparece como más claro a partir de este triunfo. 

Izquierda y movimiento obrero

La lucha de Valeo puso sobre la mesa métodos tradicionales de lucha de la clase obrera como no se veía en los últimos años en Córdoba: el paro completo y la toma de fábrica que duró 18 días, los piquetes para impedir que la planta funciones de manera completa, limitando el acceso de carneros la mayor parte del tiempo, la resistencia a las amenazas de desalojo que lanzó la patronal con al aval del gobierno provincial, la imposición de un frente único a la burocracia de la UOM -que dejó pasar miles de despidos en el 2012-2013, pero se vio obligada a actuar en este caso- dada la profunda simpatía que esta pelea despertaba en otras fábricas de la rama. Dentro del conjunto del proceso, la decisión democrática mediante asambleas jugó un rol central para que la base fuera la que decidiera los pasos a seguir constantemente.
Desde el punto de vista de la subjetividad obrera general está por verse aún el “efecto Valeo”. Algo es seguro. El haber conquistado un importante triunfo parcial que implica retrotraer el despido de 65 compañeros -entre ellos varias decenas de contratados- es una derrota a la política patronal que busca cambiar negociación salarial por puestos de trabajo, un verdadero chantaje que practican todas las empresas de la rama con el aval abierto de las conducciones de UOM y SMATA.
Durante los últimos días de la huelga, “súbitamente” apareció en los medios y en los comentarios de periodistas reaccionarios, la acusación de que los trabajadores estaban influenciados por delegados de izquierda. Esta acusación buscaba montar una campaña macartista contra los trabajadores. Pero la misma tenía dos límites esenciales: primero los límites del peronismo (y el macartismo consecuente) en el interior de la joven clase trabajadora (los trabajadores de Valeo promedian los 30 años) cuya única “experiencia peronista” (para abusar de términos thompsonianos)  ha sido el limitado ciclo del kirchnerismo con la continuidad del trabajo precario y la creciente inflación durante los últimos años. Al mismo tiempo, el importante resultado obtenido por la izquierda en las elecciones de Octubre (casi 150mil votos), así como la lucha contra el fraude conjunto de los partido patronales (UCR-PJ-FPV) le otorgan una importante legitimidad a la acción de la izquierda.
Pero esta apelación al “fantasma de los zurdos” no está completamente desprovista de base material. Por el contrario ha sido la izquierda trotskista, centralmente el PTS la que ha mantenido una pelea constante en defensa de los trabajadores perseguidos por la burocracia sindical.
En la clase capitalista y sus operadores políticos y mediáticos existe el temor a la posibilidad de la confluencia de franjas avanzadas del movimiento obrero cordobés con la izquierda trotskista, que ya tiene un peso cualitativo en la vanguardia obrera nacional, como queda en evidencia en la convocatoria al Encuentro Nacional de este 15 de marzo en el estado de Atlanta.
Ese temor se halla potenciado por el rol completamente traidor de la burocracia sindical de Córdoba en los últimos años. Como bien señala FR, la burocracia sindical que hoy hace caravanas o marchas simbólicas, es consciente de su peso político en el régimen y debe actuar de válvula de seguridad. Pero se halla limitada para hacerlo si empiezan a desarrollarse luchas como las de Valeo. La tarea esencial de la burocracia es impedir el desarrollo de tendencias del sindicalismo de base y de la izquierda trotskista en particular.
La tarea que ha cumplido esta última -en la que el PTS ha jugado un rol central- ha sido la de mantener la continuidad de la lucha obrera en la industria metalmecánica durante estos años de derrotas y retrocesos. Desde la pelea de los contratados de Iveco en el año 2009 que encabezó nuestro compañero Hernán Bocha Puddú, pasando por la participación en la Lista 2 de VW, perseguida por la burocracia de Dragún y la patronal de la misma VW. Desde la lucha, a lo largo del 2013 junto a los compañeros despedidos por esa patronal en enero de ese año, por simpatizar con la Lista 2 hasta la pelea en defensa del compañero Aguja Quiñones en Cargo-Renault. Estas peleas han jugado el rol de mantener una continuidad de resistencia a los ataques de las patronales.
Si la lucha de Valeo abre una nueva tendencia dentro de los trabajadores automotrices -algo muy probable porque estamos frente a un triunfo importante frente a la alianza de las patronales y el gobierno- se plantea la perspectiva de la construcción de una fuerte corriente de oposición al interior de la UOM. Al mismo tiempo obliga a dar pasos en la coordinación de los sectores reales que se oponen a la burocracia en la provincia. Este camino puede ser reforzado en el Encuentro Nacional de Trabajadores que se hará este sábado 15 donde decenas de trabajadores cordobeses, entre ellos de la rama metalmecánica, trabajadores de la salud y la educación, compañeros que vienen luchando contra los despidos en Estancias del Sur y jóvenes trabajadores precarizados estarán presentes. La tarea de la coordinación siguen siendo central en el próximo período y el triunfo en Valeo puede y debe ayudar en esa perspectiva.  

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